lunes, 26 de mayo de 2014

Presentación


Una pregunta indeseada, un comentario a destiempo, un silencio incómodo.
Una ceja levantada, una expresión nerviosa, un ceño fruncido.
Una lágrima a punto de salir, una palabra a mitad de garganta, una sonrisa en deformación.
Una explicación rápida, una respuesta contundente, una duda sin resolver.

¡Ah! Venezolano.

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